miércoles, 15 de febrero de 2012
DÉJAME
Camino por la calle, indiferente a las miradas,
miradas que intentan ver mi alma, mi cuerpo de niña, y mi risa de
mujer cautivadora.
Te miro y descubro el amor con miedo al desamor, con miedo a que mi
corazón se endurezca, sintiendo que se recortan mis ilusiones de niña, mis
sueños de princesa.
Lloro por miedo a poder sentir plenitud, miedo por estar mojada entre
tus brazos, pero a la vez deseo que me permitas dejarme decirte las palabras
precisas, el verso que resuma todo lo vivido contigo por pequeñito que haya
sido o sea.
Me pides que te hunda en el olvido y sin embargo el destino se empeña
en unirnos.
Has sido la luna de mis noches, el día feliz que nunca tuve, y para
colmo le pones mi nombre a una estrella para recordarme todas las noches.
Déjame compartir contigo tus horas mejores, déjame ser un punto y
seguido en tu vida llena de orgullo y de creencias que no vienen a cuento.
Permíteme sentirme despierta, sin saber a que parte amarte, déjame ser
el tesoro más apasionante que te imagines, la esmeralda que pretendiste
conseguir en otro tiempo.
Deja que tenga miedo a dejar de sentir mi calor, mis besos, mis
caricias mientras disfruto de ti, deja que aquel final se alargue una y otra
vez.
Si me permites tropezar contigo me basta para volver a encontrar el cielo,
aunque a pesar de ello siga sintiendo MIEDO.
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