lunes, 12 de marzo de 2012
MI MAR
Sentada en esta asquerosa cocina,
escucho tu mar,
no entiendo tus palabras,
tus gestos , ni siquiera me en entiendo,
a mi misma, pero adivino tu risa, tu voz,
tu alegría.
Hubiera querido que ese momento,
se hubiera parado para siempre,
hubiera querido dejar de ser ,
una sombra tras la distancia,
pero me conformo con que tu mar, te acune, te proteja, que la magia de
tu orilla te relaje, que mis palabras sobren, que una ola suave y vaporosa
acaricie hasta tu mejilla.
dejando un mundo abierto
de promesas colgadas,
donde mi alma mensajera,
es incapaz de hablar,
de mi maldita frontera,
de mis vientos contrapuestos,
y me quedo con el aire,
de este Hotel, que por un instante,
huele a materia prometida,
donde mi agua, ya no tiene
salistre, ni peces,
ni medusas, ni algas…
sólo tu mar, claro, cristalino,
hasta la próxima mi mar.
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