sábado, 3 de marzo de 2012
MIS HORAS
Silencio amargante,
adicción al trabajo.
Horas interminables, y me
encuentro con ustedes,
parte de la añoranza de
los años pasados.
De la actitud que viví,
con la melancolía de los
que van quedando
en mi corazón y de los
que están presentes.
Y empiezo por ese alto y
sin pelo
que lo mismo es sonriente
que te destroza
el sueño sucumbiendo,
su propia existencia pero
siendo para él su niña prometida.
Sigo por esa pena de
contrariedades,
y al otro lado, la divina
esencia,
testigo de lo que está
mal, en ella.
donde su vida llena mas
de llantos que de risas, y me encuentro con mi burbuja, la que apagara el dolor
de mi vida,
aquella que será capaz de
borrar el nombre del eterno incomprendido.
Y subo hacia arriba,
Siendo juzgada por cada
una de mis acciones,
una bruja, incomprendida,
que ha perdido la razón y que profundamente aterra a mi corazón.
Y después estáis
vosotros, mi saber,
lo que os preocupa, los
detalles, sobre lo absoluto, donde no soy nada, me sonríen,
me doy la vuelta y me
maldicen.
Después de tanto esperar,
llego a lo nuevo,
a tratar de defenderme,
ese que inquieta la calma, sin derramar el esfuerzo del abandono, sabiendo que
los fallos son para todos iguales.
Y por fin me encuentro
contigo,
que sabes que podría
dedicarte mil versos, sin decirte realmente lo que estoy sintiendo, y
demostrándome tanto mal, sin arrepentirte de tanto amar y nunca olvidarme,
de seguir y no alejarme.
Si bastara toda vuestra
amistad para arrancar esos engaños y sembrar nuevamente la dulzura para
siempre…
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