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martes, 27 de marzo de 2012

RONDA NORTE





Recuerdo el día en que la brisa  lejana de tu mar de Málaga me recordaba a ti.

Ese mismo recuerdo, que me hace soñar con la dulzura de lo incomparable.

Tu casa me esperaba, sin número, encontrarla en el plano de mi memoria, en aquellos que fueron tus labios imposibles de dibujar.

Una mano, sobre la dureza de los años perdidos, encontrar una conversación amena, lejos del mundanal ruido.

Divagamos entre aquellas calles y plazuelas, Ronda Norte, que nos empujo al desencanto y la melancolía, contemplando el cielo, buscando una estrella que te diga al oído que piensas de esta idiota.

Quise  se tu hada, para velar tus sueños y ser tan feliz como lo fui, en medio de esa vía, de ese camino que donde nos llevaría.


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