miércoles, 18 de enero de 2012
Dice una leyenda griega:
Llorad Venus y Cupidos, y cuantos hombres como tú haya
amantes de la belleza. Ha muerto el gorrión de mi amada a quien ella quería más
que sus propios ojos, pues era dulce como la miel. Como esa mirada tuya esa que
hace que goce de la luz del día que no hay que dar rienda suelta a esta tiranía
constante, que sólo sirve para quedarte incompleto, que ningún ruego ni oración
hace que se mueva ni para su mal ni para su riqueza.
Atropella los tesoros, no vuelvas atrás, no guardes ni tropieces
en la misma.
Corona con flores el cuello antes de que llegue el negro día.
Mezclemos los amores con la ambrosía mortal, que es la vid
que cría el día a día y de los labios el aliento flaco que nos recuerde a Venus
y Baco.
**Es un consejo difícil
de seguir, pero debemos llevarlo en la vida, si no lo entiendes yo puedo
explicártelo paso a paso.**
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