Visitas


Seguidores

Entra en:

domingo, 10 de octubre de 2010

RECORDANDO EL ENRIQUE DIEZ CANEDO

              Mirando el transcurso del tiempo, me es imposible olvidarte, aquel... enriquecido Diez-Canedo, que sigue igual, dando la oportunidad a los ya consagrados y a los que lo añoramos, donde vamos dejando cada uno nuestra huella, aunque pase el tiempo.
 
Aquel lugar, que me llenó de tristezas, alegrías, amores prohibidos, mi primera caricia, mi primer beso, mi único apercibimiento, mi suspenso, mi último aprobado... Un constante ir y venir de compañeros y profesores que no olvidaré jamás, unos casados, otros ya licenciados pero para todos, las puertas siguen abiertas.

 
 
Puedes pasarte mucho tiempo recordando tu presente, pero el desgaste va a ser infinito, la vida, ese Instituto que no olvido, todos estamos abocados a ir cerrando capítulos. Cierro capítulo pero para recordarlo, recordar que nada ni nadie es imprescindible, nada es vital, para vivir, porque cuando viniste a este mundo llegaste sin etiqueta, por lo tanto es costumbre, apego, necesidad... un proceso de aprender a desprenderse de ese capítulo.
 
Pero doy las gracias, inmensas, por formar parte de ese capítulo, ese que nunca habéis cerrado a nadie, de tal manera que cuando paseo por el famoso Instituto sólo pienso en orgullo, justicia, cariño e integridad.
 
Como dicen por ahí, la vida no se vive  por las veces que respiras sino por los momentos que te dejan sin aliento.
 
Simplemente, seguid así.
 
Para siempre, "la Simple maravillada". 

0 comentarios: