La Simple Maravillada

Hoy me despido de ti,
echandole el poco valor que me queda,
nunca fui, la que tu soñabas,la amiga,
que se movía por el corazón.

Como le llamo a esto que fue amistad,
como le llamo al no poder mirarte a los ojos.

El camino se ha hecho muy largo, está lleno de palabras,
dijimos que no a todo, y el motivo lo olvido,
ni siquiera he tenido, el último beso de tu cumpleaños.

Yo me quedo sentada, como tu dices,
viendo como pasa la vida, los años, los meses,
los días, los famosos trenes, y yo en el anden,
donde siempre se pierden.

Olvidaste, mi dulce poesía,
las palabras, que  de mi
alma un día te escribí.

No pido tu regreso,
porque pasarás todos, los días por mi lado,
pido por tu felicidad,porque mi alma se destruye,
tu presencia, tus ojos, tu aroma, me debilitan cada día más.

Mi vida se agota, por la enfermedad de ellos,
por la nostalgia de no saber hacer nada,
será este silencio, será esa actitud de indiferencia,
que pretendes ocultar, lo que muchas veces,
no queremos dejar ver a los demás,
será por todo ello, que solo se me
ocurre pedirte, adiós.